In memory of: Ana J. Gonzalez
It is with profound sadness in our hearts that we announce the passing of our beloved matriarch and the pharaoh of the Gonzalez dynasty, Ana J. Gonzalez, on 11/16/2023. A pillar of strength, wisdom, and unwavering love, she left an indelible mark on the lives of those fortunate enough to know her.

Born on August 20, 1924, Ana J. Gonzalez navigated the tapestry of life with grace and resilience. Growing up during the Trujillo regime in the Dominican Republic, she faced the challenges of her time and emerged as a beacon of hope for her family and community. Her early years were marked by marrying the love of her life, Juan de Dios Grullón, and forming the large family that we are.

Ana J. Gonzalez was a devoted wife to Juan de Dios Grullón, who preceded her in death on November 23, 1997. Together, they weathered life's storms and celebrated its joys. Their enduring love story is a testament to commitment and partnership.

As a mother, Ana J. Gonzalez was a source of boundless love and wisdom. Her nurturing embrace created a home filled with warmth and laughter. She instilled in her 13 children values of compassion, integrity, and hard work, which have become a cherished legacy. She leaves behind her loving legacy in the hearts and memories of her children: Héctor Julián González, Patria Celeste González, Ángela Antonia González, Julián Antonio González, Rafael Toribio González, Fredy González, Belarminio de Jesús Mercado, Alexis Antonio González, Juan Augustin González, Julio Demetrio González, Zunilda Altagracia González, Víctor Manuel González, Nilda Mercedes González, her forty two grandchildren, her forty seven great-grandchildren, and thirteen great-great-grandchildren, whom she loved immeasurably.

Her role as a grandmother brought her immense joy. Whether making "dough boys" (yaniqueques), "dulce de coco," and "pastelitos" with her grandchildren, sharing stories, or offering sage advice, she created a haven of love and acceptance. Family gatherings were enriched by her presence, and the echo of her laughter will forever resonate in the hearts of all her grandchildren, great-grandchildren, and great-great-grandchildren who came to enjoy very special moments with her.

A woman of deep faith, Ana J. Gonzalez found solace and strength in her spiritual journey, having her personal encounter with our Lord Jesus Christ in the summer of 1981. Her unwavering belief in God provided a compass for her life's journey and inspired those around her. One of her biggest requests before God was her great desire to learn how to read. This request was granted shortly after, when miraculously she learned to read through her dedication to reading the Bible, which she read every year from January to September.

Ana J. Gonzalez was known for her passion for cooking, dominos, and God. Whether tending to her garden, creating culinary masterpieces in the kitchen, or engaging in community service, she approached each endeavor with enthusiasm and dedication.

In her professional life, Ana J. Gonzalez excelled in the field, working in conditions worse than those of a man. Ana harvested "cabuya," a plant from which the material for making ropes and lassos is extracted, used for herding cattle. Dominicans know this rope by its most commonly used name "fuete."

Ana also worked burning charcoal, harvesting and planting tobacco, planting and harvesting rice, planting peanuts, and shelling them, and many more. Regarding the harvest, she harvested everything; avocados, vegetables, oranges, coconuts, and many more. The field became too small. Her diligence and commitment earned her the respect of colleagues and peers. Her legacy lives on in the impact she made by sustaining her family and helping her husband.

As we mourn her passing, we celebrate the rich tapestry of Ana J. Gonzalez's life. She leaves behind a legacy of love, resilience, and enduring familial bonds. Though she has departed this world, her spirit will forever linger in the cherished memories we hold dear.

Her funeral service will be held on Wednesday, November 23rd at Keefe Funeral Home, Five Higginson Ave., Lincoln, RI at 9:00am. Burial will be held in Pawtuxet Memorial Park, at 100 Harrison Ave, Warwick RI.





En memoria de: Ana J. González

Es con profunda tristeza en nuestros corazones que anunciamos el fallecimiento de nuestra querida matriarca y la faraóna de la dinastía Gonzalez, Ana J. González, el 16/11/2023. Un pilar de fuerza, sabiduría y amor inquebrantable, dejó una huella indelible en la vida de aquellos afortunados de conocerla.

Nacida el 20 de agosto de 1924, Ana J. González navegó el tapiz de la vida con gracia y resiliencia. Creció durante el régimen de Trujillo, enfrentando los desafíos de su tiempo y emergiendo como un faro de esperanza para su familia y comunidad. Sus primeros años estuvieron marcados por casarse con el amor de su vida, Juan de Dios Grullón, y formar la gran familia que somos.

Ana J. González fue una esposa devota de Juan de Dios Grullón, quien la precedió en la muerte el 23 de Noviembre del 1997. Juntos, enfrentaron las tormentas de la vida y celebraron sus alegrías. Su historia de amor perdurable es un testimonio de compromiso y compañerismo.

Como madre, Ana J. González fue una fuente de amor y sabiduría inagotable. Su abrazo nutridor creó un hogar lleno de calidez y risas. Inculcó en sus 13 hijos valores de compasión, integridad y trabajo duro, que se han convertido en un legado preciado. Deja atrás su amoroso legado en los corazones y recuerdos de sus hijos: Héctor Julián González, Patria Celeste González, Ángela Antonia González, Julián Antonio González, Rafael Toribio González, Fredy González, Belarminio de Jesús Mercado, Alexis Antonio González, Juan Augustin González, Julio Demetrio González, Zunilda Altagracia González, Víctor Manuel González, Nilda Mercedes González, sus cuarenta y dos nietos, sus cuarenta y siete bisnietos y sus trece tataranietos, a quienes amó inmensamente.

Su papel como abuela le brindó inmensa alegría. Ya sea haciendo "dough boys (yaniqueques)", ”dulce de coco” y "pastelitos" con sus nietos, compartiendo historias o ofreciendo consejos sabios, creó un refugio de amor y aceptación. Las reuniones familiares se enriquecieron con su presencia, y el eco de su risa resonará siempre en los corazones de todos sus nietos, biznietos, y tataranietos que llegaron a disfrutar momentos muy especiales con ella.

Mujer de profunda fé, Ana J. González encontró consuelo y fortaleza en su viaje espiritual, teniendo su encuentro personal con nuestro Señor Jesucristo en el verano del 1981. Su creencia inquebrantable en Dios proporcionó una brújula para su jornada e inspiró a quienes la rodeaban. Una de sus peticiones mas grande delante de Dios, era su gran anhelo de poder aprender a leer. Esta petición fue concedida poco tiempo después, cuando milagrosamente aprendió a leer a través de su dedicación a la lectura de la Biblia. La cual leía todos los años, de enero a septiembre.

Ana J. González era conocida por su pasión por la cocina, el dominó y Dios. Ya sea cuidando su jardín, creando obras maestras culinarias en la cocina o participando en servicios comunitarios, abordaba cada empeño con entusiasmo y dedicación.

En su vida profesional, Ana J. González se destacó en el campo trabajando en condiciones peores que las de un hombre. Ana cosechaba la cabuya, una planta de la cual se extrae el material para hacer sogas y lazos, que se utilizaban para arrear el ganado. Los dominicanos conocen esa soga por su nombre mas usado ”fuete.”

Ana también trabajó quemando carbón, cosechando el tabaco, sembrando arroz y cortándolo, sembrando maní y depalotandolo, y muchos otros mas. En cuanto a la cosecha, cosechó de todo; aguacate, hortalizas, naranjas, cocos, entre otros. El campo le quedaba pequeño. Su diligencia y compromiso le valieron el respeto de colegas y pares. Su legado perdura en el impacto que tuvo por sustentar su familia y ayudar a su esposo.

Mientras lamentamos su partida, celebramos el rico dechado de la vida de Ana J. González. Deja atrás un legado de amor, resiliencia y lazos familiares perdurables. Aunque haya partido de este mundo, su espíritu perdurará siempre en los preciados recuerdos que atesoramos.

El servicio fúnebre se llevará a cabo el 23 de noviembre de 2023 en Keefe Funeral Home, 5 Higginson Ave., Lincoln, RI, 02865. El servicio fúnebre dará inicio a las 9:00am. Haremos nuestra salida hacia el cementerio, Pawtuxet Memorial Park, en la 100 Harrison Ave, Warwick RI.